jueves, 21 de noviembre de 2013

Paraponera clavata

La tucandeira (Paraponera clavata Fabricius) es una hormiga gigante muy extendida por toda América Central y del Sur, especialmente en las regiones selváticas. Mide una pulgada de longitud (30-33 milímetros) y la reina es aún mayor. Siempre la he encontrado en mis viajes por la selva tropical tanto en Panamá como en Colombia, Venezuela, El Darién o Brasil y en las selvas de Veraguas, donde los indios y hombres del campo las temen más que a las culebras. En Venezuela las llaman cumanagato, en la Guayana británica munuri, en Brasil tucandeira o tucandira o tocanguira. En Costa Rica la llaman hormiga-bala, y falofa en Panamá. En otras partes de Centroamérica y Brasil le dicen hormiga-24-horas para indicar que su picadura puede matar a las 24 horas de haberla realizado. 

Suelen vivir en colonias de hasta 500 individuos, aunque es más frecuente encontrarlas en grupos de 12 a 20 siempre en la base de los grandes árboles de la selva. Basta irritarlas o molestarlas dando unas patadas en el suelo cubierto de hojarasca para que salgan de su hormiguero, y entonces hay que ponerse fuera de su alcance. Por eso capturarlas no es fácil y tiene sus riesgos, y fotografiarlas es aún más difícil a menos que se haga en cautividad. 

Los campesinos de Panamá saben que cuando les clava el aguijón sufren dolores violentos en la parte afectada y sus alrededores, elevada temperatura, fiebre que puede durar tres días y a veces una zona de necrosis en torno a la picadura que tarda mucho en cicatrizar. El peligro radica en la sensibilización que puede producir y en que una segunda picadura puede provocar el choque anafiláctico mortal. 

Paraponera clavata


Paraponera (del griego ponerina, "dolor") es un género de hormigas compuesto por una sola especieParaponera clavata de potente y dolorosa picadura. Mayor que la de cualquier otro Hymenoptera, el dolor de su picadura es 30 veces mayor al de una abeja o una avispa, y aquellos que han sufrido esta picadura aseguran la analogía de la misma con el disparo de una bala. Varios de sus nombres vernaculares hacen alusión a esta particularidad.
Hay, incluso, una tribu amazónica que realiza un ritual con estas hormigas: en una especie de guantes, elaborados rústicamente, se pegan miles de hormigas bala, muchas veces son savia de árbol. Los hombres y mujeres de la tribu se colocan esos guantes, y deben tolerar las picaduras por aproximadamente una hora. Este ritual se hace para señalar el paso de la niñez a la adultez. Es sumamente doloroso y es común que la gente se desmaye en medio del proceso.
Habita en bosques lluviosos de baja altitud, desde el Amazonas hasta la costa atlántica de Costa Rica y Nicaragua.